Si tu respuesta es NO, suerte has tenido amig@ puesto que el actual modelo de retenciones de la Agencia Tributaria, hace que en determinados umbrales de percepciones anuales, la más mínima variación salarial, termine asustando el bolsillo del trabajador vistiendo de incremento de IRPF. ¡¡Miedo!!
Por el contrario, si tu respuesta es SI, seguro que te han explicado que es debido a que se ha realizado la “regularización de diciembre” y eso… no es del todo correcto. Este comentario, suele ser reafirmado y asegurado en el segundo lugar donde más leyes se fijan en España por detrás del Parlamento. Hablamos, de las barras de los bares.
¿Hablamos en términos coloquiales? Yo creo que mejor…. nos entenderemos todos. La Agencia Tributaria, Hacienda, como le llamamos todos, quiere que a final de año, tengamos saldada en buena medida nuestra deuda con ellos, es decir, quiere que los porcentajes de renta estén cuadrados de tal forma, que a final de año, el importe de nuestra retención sea exacta en base al bruto que hemos percibido. Pero… ¿es eso factible al 100%? En la mayoría de los casos, rotundamente NO.

Por supuesto, los cambios salariales, incrementos por convenio, variables o bonus, disparan mucho más el porcentaje cuanto más se acerca el final del ejercicio, pero es una operación obvia. Tenemos que pagar más cuota de IRPF en menor número de tiempo. Resultado, incremento directo del porcentaje con enfado del personal incluido. ¿Y qué pasa si no regularizamos esos casos mensualmente? “Golpe” de IRPF en diciembre. Así de fácil y así de sencillo.
Existen casuísticas que no han sido bien tratadas por la norma y que año tras año causan problemas en el programa de retenciones de la AEAT. Determinados saltos de tramos (comprobados y buscados justo en el céntimo del salto), exceso de variables en el último trimestre, premios o comisiones a 31 de diciembre, conllevan graves incrementos que son difíciles de explicar a quien lleva todo un año esperando una percepción económica. Complicado…
En definitiva, ¿qué recomiendo?
También comentar, que existe la posibilidad de solicitar un IRPF voluntario al inicio de cada ejercicio por parte del perceptor, lo que en algunos casos, aliviaría y ayudaría a la hora de determinadas sorpresas de final de año.
Una vez más… ¡¡¡gracias por leer mi blog!!!